martes, 8 de octubre de 2013

¿Puntillazo final a la reelección de Santos?

Con la prima a los congresistas de cerca de 8 millones de pesos se puso lápida  a la aspiración de reelegirse del presidente Santos. Si las elecciones fueran mañana, luego de semejante noticia, lo más probable es que Santos se quede con las ganas de un segundo mandato.

Esta es una bofetada a la clase trabajadora colombiana. La razón es muy sencilla: cuando con la Ley 789 de 2002 se eliminó el pago de horas extras para los trabajadores, ¿dónde estuvo el ministro de Hacienda de la época para defender a los menos favorecidos?

Vivimos en un país que aplica muy bien la ley del embudo. Lo ancho para el que tiene poder y lo angosto para quien no lo tiene. Esta noticia genera indignación y deberíamos pasarle la cuenta de cobro en las urnas a este Gobierno.

Sin embargo, debo ser realista. El colombiano promedio tiene muy mala memoria, y es probable que de aquí a marzo de 2014, cuando se realicen las elecciones parlamentarias, eso haya pasado al olvido y se premie a los partidos  de la Unidad Nacional por semejante adefesio.

Les recuerdo que de esa alianza llamada Unidad Nacional forman parte: el Partido de la U, Partido Liberal y el  Partido Conservador. El desprestigio del Congreso es cada vez más grande, sin embargo, no se puede revolver a todos en una misma canasta. Rescato la actitud valiente del representante Iván Cepeda, quien renunció a ese beneficio económico.

“Reitero mi posición: en carta a dirección administrativa del congreso, dije que renuncio a prima que, ahora, ofrece gobierno a congresistas”, dijo en su cuenta de twitter. No sé si en términos prácticos uno pueda dejar de recibir, algo a lo que “por ley”  tiene derecho. Sin embargo, salir a decir que no está de acuerdo con la medida ya es un hecho de rescatar.

Al Congreso le funcionó la medida de “los brazos caídos” de las dos últimas semanas, luego de que el Consejo de Estado tumbara la prima de salud y localización, y el Gobierno cayó en la trampa. Sin duda, con esta medida se echó al bolsillo a 200 congresistas, pero perdió a millones de colombianos, quienes nos declaramos indignados, o para ser más criollos: ¡emputados!  

jueves, 26 de septiembre de 2013

Otro error muy “Claro”

La marca Claro parece haberse ganado una sección propia en este blog. Cero y van tres. Esta vez  porque empezaron a enviar mensajes a sus usuarios en los que les ofrecen disculpas por las fallas presentadas el pasado miércoles 25 de septiembre y que nos dejó sin servicio a millones de usuarios, principalmente quienes residimos en Bogotá.

Uno no sabe si llorar o reír al leer el mensaje: "abonaremos voluntariamente a su línea 5 minutos para hablar a cualquier operador en los próximos 30 días".  Personalmente esperaba que me descontaran algo de dinero en mi factura mensual. No sé cuánto. Ellos son los expertos en aplicar fórmulas de  prorrateo, que permite saber cuánto costaría ese tiempo fuera de acuerdo con la tarifa mensual que uno paga.

Pero bueno, como les cuento, los errores no paran y esto le está costando en credibilidad y apego por la marca. Hasta hace apenas un par de años, la referencia que tenía en mente de la marca Comcel, en su buena época, era la de mayor cobertura con mejor calidad. Hoy, con esta andanada de hechos en los que la empresa sale mal librada, ese posicionamiento se perdió.

Ahora es fácil escuchar frases como “más caído que llamada de Claro”. Entre chiste y chanza, eso define muy bien el nuevo posicionamiento que ahora tiene la marca en la mente de los consumidores, y eso es grave. El tema no se queda en la percepción, esa inconformidad de los clientes se está trasladando a la caja registradora de la multinacional. Según el más reciente informe del Mintic, esta empresa habría perdido cerca de 3 millones de usuarios en el último año.

Una cadena de errores desembocó en esta situación. El primero, aunque parezca paradójico es que Claro es víctima de su propio éxito. Y es que cuando se hizo la asignación de espectro se le dio la misma cantidad a todos los operadores celulares. Eso quiere decir que cada uno de ellos contaba con una autopista de las mismas características. Solo que en el caso de Claro, por esa misma carretera debían transitar más de 25 millones de usuarios, mientras que en las autopistas de los otros operadores hay "menos trancones", pues un menor número de usuarios la usan (no más de 15 millones).

El segundo error es la prepotencia. Ese es tal vez el peor pecado en el mundo empresarial. Creyeron tener el mundo en las manos con más de 60% del mercado y eso los hizo sordos y ciegos ante las inconformidades de sus usuarios.  A eso se le sumó un pleito legal con la ETB, en el que la empresa de Carlos Slim se niega a pagar una deuda de 60 mil millones de pesos, lo que también ha hecho mella en su imagen.

La asignación de nuevo espectro en 4G puede ser el salvavidas de Claro. Ojalá no llegue demasiado tarde por el bien de los miles de compatriotas que trabajan en la firma. Esperemos que sus directivas aprendan de los errores cometidos y valoren, y respeten a sus usuarios.

lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Cómo amar libremente?

A propósito del mes del amor y la amistad, la semana pasada escuchaba a un experto en radio, en el programa Sanamente del doctor Santiago Rojas, hablar sobre la importancia de amar libremente. Esto significa mantener la autonomía personal, aun cuando se está completamente “tragado”. Son tres aspectos básicamente que se deben tener bien claros:

 1. Tener espacios compartidos y propios: Es decir: lo tuyo, lo mío y lo nuestro. Y es que nos acostumbramos a que cuando estamos ennoviados todo gira alrededor de nuestra pareja y dejamos de frecuentar a nuestros amigos de vieja data. Esto, con el riesgo de que “se nos acabe el mundo” y de que quedemos “en la inmunda” cuando se acaba la relación, pues nos quedamos sin el amor y sin la amistad.

 2. Tener la capacidad de cambiar de opinión, aun cuando se ame: Aunque parezca “una blasfemia”, se puede y se debe tener derecho a retractarse en cuestiones del amor. Como lo dijo el Presidente Santos: “Solo los idiotas no cambian de opinión cuando cambian las circunstancias”. Si descubrimos que esa persona que amamos, definitivamente no nos conviene para nuestro proyecto de vida, simplemente hay que dejarla ir, y ella debería entenderlo, sin mayores resentimientos.

 3. Terminar la relación cuando el amor se acabe: Es de sentido común, pero no es lo que comúnmente pasa. De hecho muchos se rehúsan a reconocer que el amor se acaba y siguen en una relación de conveniencia. No tiene sentido seguir al lado de una persona que no amamos solo porque es más cómodo seguir ahí que entrar a la lista de la soltería o al “mercado del usado”.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Es más importante el fondo que las formas

Sergio Fernández. Foto: Universomotivia.com

La semana pasada estuve en una conferencia, de esas de motivación personal. Sí señores, leyeron  bien. De esas charlas que muchos escépticos consideran inoficiosas. Pero que yo las valoro mucho, sobre todo, si tienen que ver con emprendimiento. Y si además son al gratín, como nos gusta a los colombianos, no me las pierdo. 

La organizó la Cámara de Comercio de Bogotá. Se trataba de un conferencista español, muy joven, de no más de 35 años llamado Sergio Fernández. Esta vez fue diferente.  Normalmente cuando uno va estos eventos, se encuentra con personas maduras más allá del mal y del bien, a las que la vida les ha sonreído y tienen grandes organizaciones empresariales para mostrar.

Sergio, por el contrario, era un soñador más del millar que nos encontrábamos en ese salón. Estar en ese nivel hace que el conferencista se conecte enseguida con su público. Y sobre todo conmigo. Y les voy a contar por qué. Sergio es un periodista como yo, que un día  cualquiera, cuando estaba abordando el bus para ir a su trabajo, “se mamó” de la rutina y quiso darle un vuelco a su vida, como yo.

Vino entonces la reflexión acerca de ese consejo que nos dieron en casa a muchos de los que están leyendo este post: “debes estudiar para que consigas un buen trabajo, preferiblemente con el Estado y esperar  a pensionarte”. Pues Sergio, como yo, se dio cuenta que esa no era una buena idea. Que no había porqué esperar a ser feliz, pues no hay un mejor o peor momento para emprender.

Había llegado el momento más difícil: el de“despedir el jefe”. Sergio dice que se sentó frente a él y le dijo: “muchas gracias por todo, pero hasta aquí llego yo. Me voy a conseguir lo mío”. En mi caso, me  tuvieron que ayudar a tomar esa decisión. A mí me dijeron: “muchas gracias por todo. Es momento de que vayas por tus sueños”.

Y así lo hice y lo estoy haciendo. Emprendí una tarea que durará toda la vida. Sergio al igual que yo, pensó que su misión era hacer una gran empresa editorial o agencia de comunicaciones. Después de escribir el libro “Vivir sin jefes” y de que éste se convirtiera en un best-seller, Sergio replanteó esa misión de vida. Ahora está pensando si realmente quiere ser el dueño de una gran organización, o simplemente dedicarse a eso que tanto le apasiona: hacer libros que motiven a otros.


Y es que en la vida a veces nos complicamos con las formas. Cuando lo más importante es el fondo. Hacer eso que el corazón nos dicta y que nos llena el alma suele ser más sencillo de lo que pensamos y no requiere grandes estructuras. Así que con esta historia de vida, la de Sergio, salí más motivado a seguir adelante buscando hacer realidad mis sueños.  Sin pensar mucho en el cómo y más bien concentrándome en el qué: en encontrar eso que puedo ofrecer a la humanidad, que se valore tanto en el mercado, que además de hacerme feliz, me de para vivir. 

martes, 10 de septiembre de 2013

Muy predecibles para mi gusto

Foto: www.semana.com
El Presidente Santos encontró en la estrategia jurídica de “pataleo” ante la corte de Justicia de la Haya, su mejor salvavidas  para subsanar la mala racha que sufre su popularidad en los últimos días. La tristemente célebre frase: “ese tal  paro no existe”, parece ir quedando en el olvido porque ahora, para muchos ciudadanos promedio: el Presidente se retractó con los colombianos al no aplicar el fallo de la Haya.

Pilas, el hecho de que no se aplique de manera inmediata no quiere decir que no se vaya a acatar. Son dos conceptos bien distintos. La estrategia consiste en no aplicarlo para darle largas al litigio. Una jugada que ya han hecho otros países, pero que en últimas, y agotadas todas las instancias, normalmente el fallo termina por acatarse. Es decir, como a Santos le dejaron este chicharrón que surgió tiempo atrás, él hace lo mismo para las generaciones futuras.

En la práctica aquí no ha cambiado nada: los pescadores en San Andrés y Nicaragua seguirán trabajando igual como lo venían haciendo. Pero el impacto de la declaración, sin duda ayudó a la imagen de Santos y el cometido se cumplió. La dichosa “estrategia jurídica” sabe más a “estrategia política” para recuperarse del "totazo”.

Y digo que los colombianos resultamos muy predecibles porque todo salió a pedir de boca. Hay que esperar a las próximas encuestas para saber qué tanto le ayudó el tema Nicaragua a Santos. Sin embargo, le auguro desde ya un pequeño repunte por este hecho puntual.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Hay que discernir antes de compartir

Por estos días circula por Facebook una noticia acerca de la supuesta libertad de Luis Alfredo Garavito, conocido como el Monstruo de los Andes, quien asesinó a más de un centenar de niños en Colombia y el Ecuador. Hay que decir de tajo que eso no es cierto, y así me lo confirmó una fuente de alta credibilidad en el Inpec. Este personaje está recluido en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar purgando una pena que lo tendrá tras la rejas por unos largos años.

Esa falsa noticia sale de manera cíclica cada año, y se riega como pólvora por las redes sociales debido a la falta de discernimiento de quienes comparten sin antes verificar la fuente. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua, discernir significa: distinguir algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas. En otras palabras: no creer en cuentos chinos, y no tragar entero con todo aquello que vemos, escuchamos o leemos.

Cuando uno estudia periodismo le enseñan que no se debe publicar una noticia sin antes verificar su veracidad. Regla que también debería aplicar todo aquel que tenga presencia en Facebook, si se tiene en cuenta que normalmente tienen grandes audiencias. Una de mis sobrinas de apenas 19 años dice tener mil “amigos” en su Face. Imaginen la tremenda responsabilidad que esto implica. Cada comentario que publique debería ser muy bien pensando.

Y es que es preocupante la manera "festiva" en que se difunden informaciones que no corresponden a la realidad  o que no están confirmadas por las autoridades. En la red circulan fotos de supuestos violadores en serie, y de supuestas mujeres que se dedican a robar con escopolamina. Los presentan como unas personas peligrosas para la sociedad, con mensajes como “comparte si no quieres que te pase a ti o a tus hijos”.

Me pregunto: ¿y qué tal si se trata de una campaña adelantada por una novia despechada o un novio celoso? Hasta ahora no he visto que esas personas hayan sido encontradas culpables de lo que se les acusa. Pero sin duda, ya su reputación se destruyó, y sus vidas también.

En Ecuador empezaron a hablar de regular el uso de redes sociales y creo que esa no debe ser la discusión, porque además se podría usar la medida con fines de censura. Propongo más bien hablar de auto regulación. Llegó la hora de pensar en pedagogía para el buen uso y consumo de la información que se publica en las redes sociales.

La internet hace parte de nuestra cotidianidad y llegó para quedarse, así que mejor usémosla  para para construir, y no para destruir.

domingo, 25 de agosto de 2013

Campesinos: ¡escuchemos a Luther King!

Foto: www.eltiempo.com

En este mes celebramos 50 años de uno de los discursos más memorables de la historia reciente: El de Martin Luther King durante la mayor manifestación por la libertad realizada el 28 de agosto de 1963 frente al monumento de Abraham Lincoln en Washington DC.  Coincide con el Paro Nacional Agrario  convocado por los movimientos campesinos del país en el que se reúnen los cultivadores de papa, lecheros, cafeteros; y en general, quienes están viendo afectados sus intereses con los cambios que ha sufrido la economía en los últimos años.

Para quienes ´inocentemente´ creen que los tratados de libre comercio se pueden reversar, no es así.  Lo que nos queda es adaptarnos a unas nuevas condiciones del mercado. Y el Estado tiene una gran responsabilidad en la adopción de políticas de corto, mediano y largo plazo para que tengamos un campo más competitivo. Se sabía que el agro colombiano no estaba preparado para enfrentar las nuevas reglas de juego, siempre lo advirtieron y  de muchas maneras, pero nunca se pensó que el daño iba a ser tan grande. Sobre todo, en los más pequeños.

Las imágenes que circulan en redes sociales y en los noticieros lo dicen todo: quienes están protestando son campesinos de pura cepa. Es probable que en las marchas y protestas se infiltren vándalos y grupos armados al margen de la Ley, es cierto. Pero en esencia el movimiento es de esas personas humildes que madrugan todos los días a cultivar esos alimentos que a  diario preparamos en casa.

Lo triste de este panorama es que algunos de esos campesinos, llevados por la frustración, dejaron de lado el azadón para empuñar piedras, palos y machetes en contra de la fuerza pública, quien tiene la orden de no permitir bloqueos en las vías. El panorama no puede más desalentador: se están enfrentando campesinos contra policías. Los hijos del pueblo, de los estratos más humildes, que nada tienen que ver con las decisiones del alto Gobierno que hoy generan molestia.

Martin Luther King entendía la frustración que generan las injusticias, pero a su vez insistía en la necesidad de protestar de manera pacífica.  A mis amigos del campo, con quienes me solidarizo plenamente en las razones de sus protestas, les dejo unas líneas de "Tengo un sueño", ese inspirado discurso del consagrado defensor de las minorías:

“…Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma…”

jueves, 1 de agosto de 2013

Claro quiere desembarrarla


Hace un par de meses escribí una columna en la que me preguntaba sobre la estrategia de Claro para manejar la crisis: miles de usuarios demandando mejor servicio y calidad en sus llamadas. Criticaba la falta de humildad y compromiso de la empresa para con sus clientes.  Por el contrario, con una actitud soberbia el operador celular salió a decir que iba a entablar demandas contra los promotores del “Apagón Claro”, dizque porque le habían afectado la imagen de su marca. Grave error.

Pero como los errores de estrategia en el mundo empresarial se pagan con dinero, hace una semana vimos la noticia de que esa empresa había perdido 2,7 millones de usuarios, es decir casi un 10% de abonados en el último año. Eso debe preocupar a cualquier gerente y tal parece que la estrategia ahora es otra: humildad, reconocer que hay fallas y que se está trabajando para contrarrestarlas.

Esta frase está registrada hoy en el periódico Portafolio: "Reconocemos que los usuarios están demandando un mejor servicio, que la demanda ha crecido de manera importante y que debemos responder a los clientes sin excusas, ni disculpas”. Lo dice el Presidente de Claro, Juan Carlos Archila. El ejecutivo dijo también que está trabajando en tareas internas por el mejoramiento de los indicadores de calidad y que “estos retos de calidad son nuestros, son nuestra responsabilidad".

Como dirían los abuelos: “ahora sí nos vamos entendiendo”.  Y es que los usuarios están a la defensiva con la marca Claro. Cuando salió la noticia de la pérdida de abonados la gente celebraba y lo replicaba en sus redes sociales como un logro propio. Eso no es bueno para una marca y parece que en Claro por fin lo han entendido.


Reconocer que hay fallas dentro de la organización y que es responsabilidad de ellos solucionarlas, sin echarle culpas al Gobierno, "ni al clima", ni a la falta de antenas,  es una forma de hacer que la gente baje la guardia, es desarmar su corazón. En otras palabras es decirle al usuario: “reconozco mis fallas y estoy dispuesto a mejorar, quédate conmigo, no me dejes”. 

Más vale tarde que nunca. Así que esperemos, por el bien de la empresa, que aún estén a tiempo de enderezar el camino. Por el momento,como usuario, debo decir que he notado más compromiso para solucionar mis problemas con la calidad de las llamadas. Al menos le hacen seguimiento a mis quejas constantes. Eso ya es ganancia.

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miércoles, 24 de julio de 2013

¿Por qué vale la pena estudiar?

Foto: www.poloniaestudio.blogspot.com 

Con pesar vi la noticia de que en Mocoa las personas de más escasos recursos no quieren aprovechar las becas que otorga la Alcaldía para estudiar una carrera tecnológica en el Instituto Tecnológico del Putumayo. Es una lástima porque la educación es, sin duda, la herramienta más poderosa para romper los círculos de pobreza.

Algunas de las razones que esbozaba la noticia para que este fenómeno se presente es que  no hay motivación por tratarse de programas académicos en los cuales hay sobre oferta de profesionales. Debo decir que esto no es obstáculo si uno es bueno en lo que hace.

Se los digo con conocimiento de causa. Hace poco me desempeñé como editor jefe de una revista especializada en economía y negocios para gerentes de pequeñas y medianas empresas. Y debo confesar que me veía en graves aprietos para conseguir profesionales con tres requisitos básicos: sentido común, valores y talento. A pesar de que me llegaban una gran cantidad de hojas de vida.

Me di cuenta entonces de que ese cuento al que nos acostumbraron: “la situación está dura en la calle”, es pura carreta. En muchos casos lo que escasea es el talento y no el  trabajo. Es cierto, les hablo desde Bogotá, una ciudad con ocho millones de habitantes donde las oportunidades en el sector privado y público se multiplican por mil, a diferencia de Mocoa.

Esa es otra reflexión que también se debe hacer. Dicen que nadie es profeta en su tierra. ¿Por qué no pensar, entonces “más allá del puente Metálico” para ejercer su carrera? Las ciudades intermedias y las más grandes como Bogotá y Medellín están en la búsqueda de profesionales talentosos. Mire otras opciones de desarrollo profesional. Entre ellas, la oportunidad de crear una empresa. En Mocoa todo está por hacer.

Pero decir que estudiar es bueno para ganar más dinero y salir de la pobreza es tener una visión miope. Ante todo el conocimiento sirve para realizarse como persona. Como dice el abogado y político colombiano Diego Luis Córdoba: “Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”.

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jueves, 18 de julio de 2013

¿Por qué no tumbar a Petro?

Foto: www.semana.com

Voy a dejar de lado temas políticos como el pasado guerrillero del alcalde; o pensar que es una derecha cerrera la que lo quiere tumbar. Hay tres billones de pesos en juego, que en caso de que Bogotá caiga en un estado de interinidad, “esa platica” quedaría  en el limbo y se embolatarían proyectos muy importantes para la capital.

En días recientes el Concejo de Bogotá aprobó el cupo de endeudamiento para la  ciudad por 3 billones de pesos. Estos recursos están destinados básicamente a tres obras ambiciosas: la primera línea del metro pesado, el Transmilenio por la Boyacá y dos metro cables para los sectores más deprimidos de la capital: Ciudad Bolivar y San Cristóbal.

Aunque hay muchos escépticos, el metro por fin es una realidad. El pasado 25 de junio la Administración Distrital firmó un acta de inicio para los estudios de ingeniería avanzada y la aprobación de un crédito por 800 mil millones de pesos para la primera línea del metro pesado.  

Así las cosas, la licitación se hará entre octubre de 2014 y marzo de 2015, y el comienzo de los trabajos arrancarían en el segundo trimestre de 2015. Y, por fin, en 2019 entraría en funcionamiento la primera línea del metro pesado que tendrá una longitud 26,5 km con 18 estaciones y 40 trenes que operarán a 35 km por hora.

Por el lado de los  dos metro cables. Estas obras tienen recursos aprobados por 253 mil millones de pesos. Las primeras localidades en tener este sistema serán Ciudad Bolivar y San Cristóbal. De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, a finales de 2013 terminarán los estudios y diseño del proyecto, que está a cargo de la empresa Metro de Medellín.

Las obras durarán 16 meses por lo que se espera que la primera línea del metro cable en Ciudad Bolivar se entregue a finales de 2015. El de San Cristóbal estaría listo en el primer semestre de 2016. Con este sistema se transportarán 28 mil pasajeros diarios.

El del Transmilenio por la Boyacá es la obra más adelantada: los estudios de factibilidad se hicieron entre marzo y junio de 2013, y ahora con el cupo de endeudamiento, se destinarán 712.500 millones de pesos. Las obras iniciarán dentro de un año y tendrán una duración de 18 meses.

Como vemos, una parte importante del desarrollo de la infraestructura de la ciudad está en juego. Cuando a Gina Parody le preguntaron si votaría o no por la revocatoria del alcalde Petro, ella dijo que no lo haría, y la razón que argumentó es que hay que dejar que muestre su obra de Gobierno, de lo contrario no se le podría juzgar de manera objetiva.


Y es que de ser tumbado, por cualquiera de las dos vías: la de la revocatoria o la de la Procuraduría, se salvaría de responsabilidad a Petro, pues no lo dejarían llevar a cabo su plan de desarrollo Bogotá Humana 2012-2016.  Por el contrario, si se le deja terminar su periodo, se le puede juzgar su capacidad de ejecución, frente a los hechos.

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miércoles, 10 de julio de 2013

Una pesadilla llamada Cootranshuila

Foto: diinbus.blogspot.com

Pensé que me había tocado vivir de todo en cuanto al mal servicio de algunas empresas de transporte terrestre con presencia en el Putumayo, pero  me equivoqué. Me faltaba un capítulo aún más amargo con una empresa foránea a la que el departamento le abrió sus puertas: Cootranshuila.

Fue el jueves 4 de julio en el trayecto de Mocoa a Bogotá. Escogí esta empresa porque mis  experiencias con Cootransmayo no han sido buenas. Pero como dice el refrán: en tierra de ciegos el tuerto es rey, y al lado de esta empresa opita, la transportadora local queda como una reina.

Llevábamos apenas unos 40 minutos de viaje y a la altura del kilómetro 19 en la ruta Mocoa Pitalito, el bus falló. Según dijo el conductor, presentaba un problema con la guaya de la caja de cambios, lo que nos impedía seguir.
Después de unos cuarenta minutos con el bus apagado en medio de la nada, y al ver que a pesar de los esfuerzos del conductor por reparar el daño, no había solución, decidí llamar a dos números celulares que aparecen en la puerta del bus: la repuesta fue vaga: “vamos a ver qué solucionamos”.

Frase se quedó solo en eso: meras intenciones, porque la empresa nunca mandó a un carro por nosotros. Sin más opción, empezamos a sacarle la mano a cuanto carro pasaba. Entonces paró un bus de Transipiales que iba con destino a Cali. El conductor de ese bus aceptó llevarnos a los 18 pasajeros, no sin antes acordar con el conductor del bus varado que en la taquilla de Cootranshuila le pagarían nuestro pasaje.

Nuestro conductor nos dijo que en Pitalito nos estaban esperando con un bus para continuar con el viaje hacia Bogotá. Nada de eso fue cierto. Siendo la una de la mañana arribamos finalmente a Pitalito y no había: ni bus, ni plata para pagarle al conductor de Transipiales pues la taquilla de Coostranshuila estaba cerrada. Estábamos solos, botados en medio de la nada.

Llamé insistentemente a los números celulares de Cootranshuila para pedirles que nos auxiliaran pero nunca contestaron. Como estaba viajando con mi hijo de ocho años, decidí irme a buscar un hotel para hospedarnos y volver al día siguiente, cuando los encargados de los teléfonos celulares se dignaran a contestar y cuando estuvieran abiertas las taquillas de la empresa.

Hice el reclamo correspondiente a la persona encargada: le dije que además de embarcarme en un bus hacia Bogotá lo antes posible, debían reconocerme lo que había gastado en hotel, taxis y desayuno por culpa de su ineficiencia e irresponsabilidad. En  total eran 84 mil pesos soportados con sus correspondientes facturas.

La respuesta me sorprendió: me dijo que me iban “a dar” 50 mil pesos. De manera vehemente pero respetuosa le dije que no le estaba pidiendo limosna y que yo sólo reclamaba mis derechos como usuario de su mal servicio, con el cual había resultado perjudicado.

Finalmente accedieron a pagarme el total de los gastos y me enviaron en un bus para Bogotá.  Para rematar esta historia les cuento que escogí a esta empresa porque vi unos buses muy nuevos con servicio de internet Wifi, cosa que resultó “paquete chileno” pues nunca me puede conectar en mi ipad. Ni en el bus varado (16500), ni en el bus 17500 que me trajo hasta Bogotá. 

Ahí les dejo el dato...

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jueves, 20 de junio de 2013

El venenoso “gota a gota”


Tuve la oportunidad de conversar con uno de los prestamistas que trabajan con el sistema gota a gota en El Restrepo, uno de los sectores más populares de Bogotá. Mi fuente se especializó en los comerciantes de calzado y diariamente recorre las calles de este populoso barrio recogiendo las cuotas pactadas.

Aún no salgo de mi asombro. Sabía que este sistema era costoso, pero nunca imaginé que tanto. El negocio funciona así: el crédito tiene “en teoría” un costo de 10% mensual y normalmente se pacta un plazo de 40 días hábiles para pago diario.

Veamos un ejemplo: una persona pide prestado 1 millón de pesos. El prestamista se los da y enseguida pactan una cuota diaria de 30 mil pesos en los siguientes 40 días hábiles. Esto suma, al final del crédito 1 millón 200 mil pesos.

En teoría quien toma el crédito piensa  que el interés que está pagando es de 10% mensual. Sin embargo, no ha sacado las cuentas que el prestamista sí las tiene bien claras. Y es que si al siguiente día en que la persona recibe su millón de pesos, ya debe pagar los primeros  30 mil pesos. Eso significa que su capital se redujo: ya no tiene 1 millón de pesos, sino 970 mil pesos. De esta manera el interés se va incrementando cada día en un pequeño porcentaje.

Esto hace que al final del crédito, la persona pague un interés del 33% mensual. A vuelo de pájaro, y sumando cada mes, el costo de ese crédito sería de 396% efectivo anual. ¿Absurdo no?

Ahora veamos el costo de ese mismo millón de pesos en el sector financiero formal. La tasa de microcrédito permitida por la Superfinanciera es de 36.63% efectivo anual. Ojo, este costo es anual. Si se divide en costo mensual no superaría el 4% mes vencido. ¿Qué tal?

Aunque parezca abogado del diablo, hay que reconocer que en cualquier caso es mucho más barato adquirir deuda con la banca que con el prestamista.

Una de las excusas que ponían los microempresarios era la dificultad para acceder al crédito. Eso ha cambiado, hay entidades especializadas en el sector que se están esforzando por ser oportunas y de esta manera atender la necesidad de liquidez de manera inmediata.

Gota a gota, así se desangra el microempresario sin darse cuenta. Lo más grave del caso es que quien cae en este sistema normalmente desarrolla una adición al mismo de la que es muy difícil salir. Por eso, la banca debe seguir dándose el lapo para ser más oportuna en atender las necesidades de liquidez de los más pequeños, y acabar de una vez por todas con este flagelo.

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jueves, 13 de junio de 2013

Réquiem industrial ¿quién sigue?

Foto: www.regalospublicitarios.com

Esta semana el turno fue para Icollantas, una empresa nacional emblemática que por más de medio siglo generó desarrollo y empleo para muchas familias, dijo adiós. Cierra su planta de producción porque no puede competir con las llantas que entran de otros países a precios mucho más bajos.

Hace apenas un par de meses se despidió la firma Hernando Trujillo. Aunque en este caso hubo problemas en la gerencia después de que pasara a manos de la segunda generación, lo cierto es que la industria de la confección está amenazada con la entrada masiva de prendas de la China e India a precios con los que es difícil competir.

¿Qué está pasando? Las empresas locales no están preparadas para enfrentar la competencia externa, donde gracias a diversos factores, como las políticas de Estado, se puede ser más competitivo. Como lo dijo un líder gremial a la revista MisiónPyme que está próxima a salir: “Colombia es un país de economía abierta, pero con unos costos de producción de economía cerrada”.

Producir aquí es costoso en términos de mano de obra, servicios como la energía y el gas (unas de las más caras del continente), más la cascada de impuestos distritales y nacionales. Para rematar: las devoluciones de IVA, que deberían hacerse de manera eficiente, pues se trata de dinero de la empresa y no del Estado, se demoran por encima de los seis meses. En síntesis: los empresarios están financiando al Estado. Faltaba más.

La edición especial de la Revista MisiónPyme, que sale al mercado la próxima semana, en la que se analizan 30 sectores de la economía, y donde participé como investigador y redactor, muestra la cruda realidad de la industria local. Al conversar con muchos de los empresarios, uno queda con la  sensación de que aquí no hay nada más que hacer, y apague y vámonos.

Es cierto que no pasa con todos los sectores, pero la mayoría están siendo afectados de manera grave con la entrada en vigencia de los tratados de libre comercio que se firmaron en el gobierno pasado y en este. Y lo más preocupante es que vienen más. Colombia adoptó un modelo de economía abierta en el que no hay vuelta de hoja; por eso en el Senado hace curso un TLC más: Corea del Sur.

¿El problema es el libre comercio o la pobre competitividad de nuestros empresarios? Yo diría que lo segundo, pues los países desarrollados logran fortalecer su industria a raíz de los tratados.  La solución que está dando el Gobierno a los afectados se basa en una política de subsidios a diestra y siniestra. Cada vez que un sector sale a protestar por sus difíciles condiciones, se le da contentillo. Y esos  recursos finalmente salen del bolsillo de todos los colombianos.

Es cierto que en estos tiempos de globalización, un país no podría quedarse con una economía cerrada, como una isla. Pero  también lo es que cuando se decide dar ese paso se deben hacer todos los ajustes internos necesarios para que no haya muchas víctimas en el camino. Es probable, para pesar nuestro, que el caso de Hernando Trujillo y el de Icolllantas sean sólo los primeros de muchos. Espero, y deseo estar equivocado.

sábado, 8 de junio de 2013

Los cuatro pecados de un disc jockey


Foto: www.waydn.com 

Para el cumpleaños de una de mis amigas recomendé un sitio de rumba en la zona rosa de Bogotá: Nuvo Bar. El año pasado había estado allá y todo fue bueno: la atención, la música,  el sitio agradable, buen sonido y sobre todo: un disc jockey que respetaba las canciones y las dejaba sonar en sus versiones originales, sin interferencias. Algo muy escaso en Bogotá.

De eso ya no queda nada. El bar cambió de dueño y todo se acabó. Ahora no entran ni moscas, y según me contó la persona encargada de la barra, este fin de semana fue el último del famoso Nuvo. En adelante tendrá otro nombre para convertirse, seguramente, en una de esas “corporaciones privadas”, como se hacen llamar legalmente los amanecederos.

Como pueden preverlo, quedé como un zapato con mi grupo de amigos por recomendar un sitio que en otrora era una rumba buenísima y que pasó a ser uno más de la lista de esos lugares con música estridente, y amenizado por un disc jockey que no respeta la música, ni a los rumberos.

Eso me inspiró para establecer los cuatro pecados de un disc jockey:

1.     Pone un volumen muy alto con demasiados brillos: Una de las claves del éxito de Andrés Carne de Res, el mejor bailadero de Colombia y seguramente de  Latinoamérica, es sin duda su música y sonido. El volumen es justo el necesario, con los brillos y bajos ideales, que dejan disfrutar la melodía y no cansan al oído. Además, se puede conversar y se escucha al interlocutor sin mucho esfuerzo. Ese ingrediente le da magia a este lugar, y hace que los momentos vividos allí adentro perduren para siempre en la memoria de las personas. 

2.       Mezcla, mezcla, y no se cansa de mezclar: De un tiempo para acá se cree que el mejor disc jockey es aquel que hace las mezclas más largas y con más efectos especiales. Eso no es cierto, a no ser que se trate de amenizar rumbas electrónicas. Tal vez ahí funcione bien ese estilo. Pero si hablamos de una rumba crossover las mezclas no son necesarias. De hecho, son fastidiosas. Uno saca a bailar a una persona una canción, no dos ni tres en línea.

3.  Altera las revoluciones del tornamesa para que las canciones suenen más rápido: Además de las mezclas, algunos disc jockey  que se las dan de creativos  piensan que la velocidad natural de las canciones no es la que más se ajusta a su estilo y le ponen más revoluciones. Ojo! la música es para disfrutarla como sus autores con tanto esfuerzo la compusieron, cuando se altera su velocidad se mata todo su encanto.

4.     Pone un “chispum-chispum” interminable a todas las canciones: En algunas rumbas uno no sabe si está bailando un reguetón, vallenato, salsa o merengue, pues en todas las canciones se oye de fondo un chispum-chispum propio de los ritmos electrónicos, bastante agotador.

Sé que algunos pensarán que el problema no son los disc jockey´s, sino el autor de esta columna que ha estado en las rumbas equivocadas. Pero no es así, una vez estuve en una viejoteca porque disfruto la música bailable de antaño, y hasta en ese lugar le metieron el “chispum-chispum” del que les hablo.

Todo esto me ha llevado a ser cada vez más amigo de las reuniones en casa. Por el bien de la rumba bogotana, ojalá los disc jockey´s acogieran mis sugerencias.

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jueves, 6 de junio de 2013

¿Qué pasa con los noticieros de TV?

Una fuente que trabaja dentro del Sena me contó que esta entidad está en paro en todo el país. Y donde está operando, lo hace a  media marcha desde hace más de dos semanas. ¿Por qué no ha salido nada de esto en los medios masivos de comunicación?

Debo confesar, aunque parezca irresponsable por tratarse de un periodista, que hace más de un mes saqué a la televisión de mi vida. No veo televisión y esto incluye a los noticieros. La razón: los contenidos que me ofrecen RCN  y Caracol no me aportan a tener una visión amplia de país.

Nada ha pasado desde que dejé de verlos y no me he sentido chiviado (como se le llama al periodista que no sabía un hecho importante). Puedo mantenerme informado con la radio, el internet y mi suscripción a la Revista Semana.

Ahora, con el tema del Sena y su escaso, por no decir nulo cubrimiento, compruebo mi tesis: los medios masivos están ausentes de las reales problemáticas del país. Muy a pesar de sus televidentes, llenan sus parrillas con noticias sensacionalistas, que escarban los síntomas pero no la enfermedad.

Para ser más claro: la mitad del contenido del noticiero del mediodía corresponde a muertes violentas, muchas de ellas por grupos armados, otras por delincuencia común, unas más por riñas en los barrios, y otras por violencia intrafamiliar.  No está mal que lo registremos, ese es el país en el que nos tocó vivir.

Pero ojo, la violencia es apenas el síntoma de una sociedad enferma. ¿Cuál es la enfermedad?  Hacia  la respuesta de esta pregunta deberían dirigirse las notas cuando se registra toda esta información. A eso se suma que los temas realmente importantes, que deben estar en la agenda pública como el paro del Sena, no tiene el despliegue necesario en los medios.

De rescatar el caso de Noticias Uno. Un noticiero que tiene agenda propia y sabe que su rating depende de qué tan independiente sea. Dejan de lado el sensacionalismo y el periodismo de masas (el que anda detrás de un ministro o miembro del gobierno para lograr una declaración), para apostarle a la investigación.

Me perdonan mis colegas de televisión si sueno duro con mi post, pero es algo que tengo adentro y que quiero compartir con mis lectores. Un abrazo cordial para ellos y una invitación para mis lectores a que asuman una posición más crítica acerca de los contenidos de los medios de comunicación.

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jueves, 30 de mayo de 2013

¡Tenemos visa!

Foto: www.universal.com.co

El ingreso de Colombia a la OCDE, o al menos, la invitación oficial para que haga parte de este selecto grupo de países, tiene un significado especial en la atracción de inversión extranjera. Para los desprevenidos  ciudadanos que dicen: ¿y a mí qué? ¿Esa noticia en qué me cambia la vida? Es probable que sí se la cambie, en el mediano o largo plazo, y para bien.

En la primera clase del diplomado de Periodismo Económico que adelanto en la Universidad de la Sabana aprendí que los tratados de libre comercio como el que Colombia firmó con Estados Unidos, y ahora, este anuncio de la invitación que hace la OCDE a Colombia, tienen como objetivo darnos las credenciales necesarias para ser más atractivos ante el mundo.

Es decir, todo esto nos sirve para “chicanear” en el vecindario y ante el mundo, para decir que tenemos una economía sana, con las mejores prácticas económicas y sociales, para que esos grandes capitalistas que están buscando refugios seguros para su dinero vengan para acá sin pensarlo dos veces.

Además, el momento en que llegan esas dos “visas” es el más propicio, pues la crisis en Europa y el pobre crecimiento de la economía de Estados Unidos convierten a Colombia y algunos países latinoamericanos en una buena opción para invertir.

Hasta ahora Chile es el único país latinoamericano en contar con esa credencial. En el año 2002 presentó su solicitud para formar parte de la asociación, en el año 2007 fue invitado y en el año 2010 ingresó de manera oficial al listado de los 34  países miembros.

¿Pero qué es la OCDE? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es un club de países con buenas prácticas en materia comercial, financiera, y social. Formar parte de ese grupo es tener la oportunidad de aprender de los que saben. Recordemos que la OCDE fue quien le advirtió a Colombia acerca de un monopolio en la operación de Claro, al concentrar más del 60% del mercado de telefonía celular.

Muchos ajustes deben hacerse en adelante para cumplir con esa hoja de ruta que se acordó entre el gobierno Colombiano y la OCDE, y así Colombia pueda ingresar de manera oficial en un par de años. Esperemos que esas medidas redunden en mejorar la calidad de vida de las personas de a pie, para que este logro, que hoy celebra el Gobierno Santos, sea celebrado con la misma euforia por todos los colombianos.

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lunes, 20 de mayo de 2013

Tres requisitos para hacer política


Foto: lakancilleria.wordpress.com

El voto de opinión ha brillado por su ausencia en el Putumayo, pues ante la falta de líderes con ideologías y programas de gobierno que enamoren a sus electores, la gran mayoría de los elegidos llegan a los cargos públicos por motivos diferentes al deber ser. Con un amigo llegamos a la conclusión de que quienes hacen política deberían cumplir, al menos, con estos tres aspectos fundamentales:

1.       Tener su vida económica resuelta: Esto implicaría tener un buen ingreso económico propio y de su pareja. Que tengan un capital que los ayude a seguir viviendo si no ganan las elecciones, aun habiendo invertido una gran suma de dinero en la campaña. Esta es una manera de garantizar que quienes hacen política lo hacen por vocación hacia lo público, y no porque no tienen otra manera de ganarse la vida. Cuando no se cumple con esta premisa el candidato ya no es tan confiable.

2.       Que tenga las credenciales para el cargo al que aspira: La preparación académica es clave, más aún en estos tiempos cuando la administración pública cada vez exige un mayor grado de conocimiento. Y ojo, la academia no es un lujo exclusivo de las familias más adineradas, los pobres también tienen acceso a ella. Así lo ha sido siempre, un ejemplo de ello es aquel joven humilde de finales de siglo pasado llamado Marco Fidel Suárez, hijo de una humilde lavandera, quien siempre se destacó por su inteligencia desde niño y eso lo llevó a ser Presidente de la República. Como mínimo su candidato debería tener una especialización y una maestría. Eso le da una visión mucho más amplia del mundo y de lo público.

3.       Coherencia en el discurso: Es lo que se define como la sincronía entre el pensar, el decir y el hacer. Quienes son coherentes son personas de fiar pues se sabe que su línea es una sola y que actuarán de acuerdo con ella ante cualquier aspecto que se le presente, sin importar las consecuencias políticas que eso le traiga.  Un ejemplo de coherencia es el representante Rivera Flórez: es un liberal y como tal ha defendido causas como la del matrimonio homosexual, sin importar qué tan rentable, electoralmente hablando, sea esta postura. De hecho, hace poco fue criticado por el obispo del Putumayo por su apoyo al matrimonio gay, a quien le respondió: “los habitantes de mi departamento conocen mis posiciones y no es la primera vez que me reprochan, eso me inquieta pero no me desvela, cuando denuncié DMG se me vino el mundo encima en Putumayo, incluso, mi familia tuvo que salir del departamento algunos meses”. Decir que las críticas de la región, donde se supone tiene su caudal político para el Senado, le inquieta pero no le desvela suena desafiante para algunos, pero seductor para quienes premiamos la coherencia en el discurso.

Espero que me  aporten otras condiciones que deben tener los candidatos que se postulan a los distintos cargos en las próximas contiendas electorales.

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lunes, 13 de mayo de 2013

¿Para qué sirve el “Vigilado Superfinanciera”?


Foto: www.minhacienda.gov.co 

Hace poco me encargaron un artículo en el que debía contar las lecciones aprendidas después del caso de Interbolsa, la otrora más grande comisionista de bolsa con más de 30% del mercado de las acciones.  La pregunta de rigor a una de las fuentes consultadas fue: ¿después de la caída de esta comisionista, qué debo tener en cuenta a la hora de confiar mis recursos a una firma?

La respuesta fue: “que la empresa esté legalmente constituida y que esté vigilada por la Superintendencia Financiera de Colombia”. “Me perdona”, -le dije enseguida- “pero esas dos características las cumplía Interbolsa. Sin embargo, resultó ser un fiasco de organización de la que, según se dice, sólo se conoce hasta ahora la punta del Iceberg”.

“Tiene razón, pero como miembro del gremio que represento no le puedo decir otra cosa diferente”, dijo la fuente. Así las cosas, no me quedó otra alternativa que aportar desde mis limitados conocimientos, y con base en las denuncias que ha sacado a la luz el representante Gaviria, algunos tips para tener en cuenta en el negocio bursátil, más allá de aquel sello: “Vigilado Supefinanciera”.

Pero mis inquietudes respecto de la garantía que aporta esta vigilancia vuelven a surgir luego de leer la entrevista que concedió a la revista Semana el señor David Wigoda, presidente de Factor Group, quien tiende un manto de duda sobre la actuación de la Superintendencia Financiera en el caso de Interbolsa.

Estas declaraciones refuerzan a su vez las denuncias del representante Gaviria acerca de las reacciones tardías del ente de vigilancia, y una posible negligencia al no atender las advertencias tempranas hechas por el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV).

Según consta en un oficio enviado en febrero del año 2012 por el AMV a Diego Mauricio Herrera Falla, Superintendente Delgado para Supervisión de Riesgos de Mercado e Integridad de la Superfinanciera, se advertían 123 situaciones que ponían en riesgo la estabilidad financiera de esta empresa y sus clientes.

Si bien lo dicho por Wigoda  a la revista Semana debe tomarse con beneficio de inventario, al tratarse de una persona que hoy se declara en la ruina luego que la Superfinanciera bloqueara sus negocios al considerar que habría hecho captación ilegal de recursos, lo más sano para el sistema es que se determinen con prontitud las responsabilidades del ente de vigilancia y control en el caso Interbolsa.

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viernes, 10 de mayo de 2013

¿Qué le pasa a Claro?


Foto: www.wayerless.com 

Debo decir que soy un "damnificado" más de la telefonía del operador Claro y eso me inhabilitaría para hablar de manera objetiva sobre esta firma. Sin embargo, como si nunca me hubieran tocado sus fallas en el servicio, quisiera hacer algunas reflexiones -sin apasionamientos-,  desde el punto de vista del mercadeo de cómo esta empresa está manejando la crisis provocada por un creciente número de usuarios insatisfechos.

Es bueno tener algunas referencias para comparar. Hace 30 años, la firma Jhonson & Jhonson (J&J) sufrió uno de los momentos más difíciles de su historia: siete personas murieron por consumir Tylenol, medicamento producido por su laboratorio que había sido contaminado con cianuro. 

¡Imaginen el tamaño del problema! un laboratorio que se precia de ser un guardián de la salud y el bienestar de sus consumidores, en teoría había suministrado veneno y matado a siete personas. ¿Cómo fue la reacción de la empresa?  Actuó de inmediato: retiró de las tiendas todos los productos Tylenol y canceló su publicidad.

Aún después de que la FDA (que es el Invima en Estados Unidos), determinó que la mala manipulación se había dado en la tienda y no en la manufactura del producto, J&J siguió asumiendo la responsabilidad por los consumidores afectados en esta tragedia.

Pero no se quedó solo en decir “lo sentimos”: también entregó bonos redimibles a las personas que habían adquirido el medicamento en todas las tiendas del país; y en todos los periódicos de Estados Unidos ofreció un cupón de descuento de 2.50 dólares para quienes hubiesen desechado el producto.

Este es uno de los casos más emblemáticos de manejo de crisis que le enseñan a uno en la Universidad cuando hace una especialización en Gerencia de Mercadeo. Tan exitoso resultó ser, que Tylenol hoy sigue en el mercado estadounidense con un buen prestigio. Y el presidente de la época, James Burke, se ganó un lugar en el National Business Hall of Fame (Salón Nacional de la Fama de las Empresas).

Pero como dirían algunos, eso es Dinamarca y nosotros vivimos en Cundinamarca. Volvamos al caso Claro, y aquí les menciono algunos aspectos en los que considero, se han equivocado en la estrategia de manejo de crisis (si es que la hay):

1.       Las deficiencias en el servicio son reales y aunque el presidente de la empresa, Juan Carlos Archila, ha reconocido públicamente las dificultades,  falta una estrategia más agresiva para enfrentar los inconvenientes. Como en el caso de J&J, no basta con decir “lo sentimos y estamos trabajando para solucionarlo”. Es hora de meterse la mano al bolsillo y resarcir económicamente o con tiempo al aire a todos los damnificados. No esperen a que lo tengan que hacer mediante un decreto, algo que se ve venir, según el pronunciamiento del Gobierno.

2.       Es hora de ponerse del lado de los usuarios como lo hizo ayer el Presidente Santos, cuando por medio de un tweet le dijo al ministro de las Tics que “tomara cartas en el asunto de la cada vez más desesperante mala calidad en el servicio de la telefonía celular”. Hoy el presidente de la Asociación de la Industria Móvil de Colombia, Rodrigo Lara, salió a decir que el responsable de eso es el Gobierno. Esta es una reacción tardía del gremio, el que golpea primero golpea dos veces, y esta vez Santos se quedó con el crédito de pensar en los usuarios.

3.       Claro salió ahora con que presentará una demanda contra los promotores del “apagón Claro”. Grave error. Si se presentó esta forma de protesta es porque existen  inconformidades reales con el servicio. Demandar a los promotores es recriminar a los mismos usuarios por quejarse, sin aceptar medio gramo de responsabilidad en esto. Frank Luntz, autor estadounidense del Best-seller Ganar, dice: “Cuando causes daño corrígelo, y da después un paso al frente. Entre tanto, podrías terminar delante de donde empezaste. Pero si le cargas la responsabilidad a otro, da por sentado que la gente no asumirá la suya”.

4.       En una entrevista concedida por Juan Carlos Archila a la  Revista Semana  con María Jimena Duzán, la periodista le pregunta si no cree que Claro ha pecado de arrogante, a lo que el presidente de la compañía responde: “No lo veo así. Creo que esa imagen es más una percepción que una realidad. La realidad es que Claro ha tenido un compromiso con el país hasta en los momentos más difíciles”.

Señor Archila, el momento más difícil de sus 34 millones de usuarios es ahora. Demuestre el compromiso con ellos, el que usted dice ser tradición en su empresa.

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martes, 7 de mayo de 2013

Dejemos que la justicia actúe


Foto: conquista20.wikispaces.com

Los colombianos nos estamos acostumbrando a una justicia mediática, en la que todos quieren tener la razón por encima de los fiscales y los jueces. No ayuda para nada a la labor de impartir justicia que los medios hagan encuestas como la de esta semana en W Radio: ¿Qué opina de la situación jurídica del exministro Andrés Felipe Arias después de negársele la libertad por tercera vez?

Y no sólo eso. Sino que comentaron este caso como el de un “pobre hombre” con el que se está cometiendo una injusticia. Independientemente del drama que está atravesando Arias y su familia, lo cierto es que determinar su libertad es de resorte exclusivo de los jueces que llevan su caso. Ellos tienen el conocimiento que el ciudadano de a pie no, y por eso no deberían poner a opinar al pueblo sobre algo que desconoce.

Pero este es el caso más reciente y, se podría decir, que el menos grave. Uno de los más emblemáticos donde la gente cree tener más razón que la misma Fiscalía es el del asesinato del joven universitario Luis Andrés Colmenares. Tanto así que los implicados Laura Moreno, Jessy Quintero y Carlos Cárdenas  son culpables para un gran porcentaje de la población, sin que hayan sido vencidos en juicio aún.

Lo vimos también con la ex secuestrada  Ingrid Betancourt, quien se vio presionada a renunciar a una indemnización a  la que pudo haber tenido derecho porque  “el pueblo determinó” que era una reclamación injusta. Sin embargo, muchos de sus compañeros de cautiverio, sin mucho ruido, recibieron unas sumas considerables del fisco nacional por los perjuicios causados.

En términos de impartir justicia somos demasiados emocionales y eso no es bueno para una sociedad. Ante un hecho que genera indignación pedimos a gritos: cadena perpetua o la pena de muerte para los responsables. Algunos políticos sucumben ante la tentación de esos clamores populares como la Senadora Gilma Jiménez, vocera del referendo de prisión perpetua para los violadores de menores.

Defender a nuestros niños de los violentos es un tema que nos preocupa a todos. Sin embargo, el Congreso, en su sabiduría, decidió hundir la iniciativa con argumentos sólidos al encontrarlo inconstitucional. Lo que preocupa es que se legisle al clamor de las masas. ¿Y qué tal si de aquí a mañana, las mayorías se indignan con algo menos grave que la violencia contra los menores? ¿Quién tiene el rasero para medir qué delitos merecen o no una cadena perpetua? ¿El pueblo? El hecho de que muchas personas piensen de una misma manera, no quiere decir que necesariamente tengan la razón.

Es cierto que los medios de comunicación tienen una función fiscalizadora de los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Pero la fiscalización debe hacerse, en mi concepto, con una distancia prudente que deje actuar. En el caso de la justicia, sin conjeturas sobre procesos en curso, ni “mini-referendos” para medir qué tan populares son las medidas de los jueces. Esto sólo  entorpece la ya difícil tarea de impartir justicia.

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viernes, 3 de mayo de 2013

No más periodistas exiliados



A propósito del atentado que sufrió nuestro colega de Revista Semana, Ricardo Calderón, quiero compartirles algunas reflexiones del exilio. No personales, ojalá nunca pase. Las lecciones son de Hollman Morris e Ignacio (Nacho) Gómez, quienes nos contaron algunos pormenores de esa dolorosa experiencia.

Fue una charla íntima durante la jornada de cierre de la Feria del Libro de Bogotá, en un pequeño salón ubicado en el pabellón Tomás Carrasquilla, con un aforo no superior a las 200 personas. Los invitados: dos grandes periodistas, que no comen cuento, y que investigan hasta la saciedad. Actitud que debería ser aplaudida en una sociedad moderna y vigilante de lo público.

Ignacio o “Nacho” Gómez, como lo conocen en el mundo periodístico, quien hoy se desempeña como subdirector de Noticias Uno, vivió su primer exilio  en la década de los noventa cuando trabajaba en la Unidad Investigativa del diario El Espectador y destapó algo escandaloso desde todo punto de vista: la Brithis Petroleum (BP), envuelta en una importación ilegal de armas al país.

Desde esa vez, Nacho ha tenido que salir de su tierra un par de veces más haciéndole el quite a la muerte. Hoy cumple cinco años y medio con una escolta personal asignada por el Estado y un circuito cerrado de televisión en su casa, pues ha sido saqueada nueve veces.

Nacho fue quien destapó algunos de sus escándalos más repudiables de la era Uribe como las chuzadas del DAS, de las que él mismo fue víctima, y la adquisición del lote en Mosquera de Tomás y Jerónimo Uribe: una operación en la que este par de muchachos se enriquecieron por adquirir una tierra que sólo unos días después sería declarada zona franca por el gobierno de su padre.

Nacho recuerda que fue hasta la Notaría 42 de Venecia en Bogotá, y después de sacar la escritura de la zona franca y encontrarse con los nombre de los hijos del expresidente, llamó a su director Daniel Coronell para contarle la chiva. Pero en lugar de irse para el  noticiero se fue para su apartamento porque tenía un mal presentimiento.

Cuando llegó, sus temores no eran infundados, se encontró con un cuadro desolador: había sido saqueado y su vecina amordazada.  Esa vez se llevaron documentos de investigaciones que adelantaba y algunos papeles de  escándalos que ya habían salido a la luz hace varios años como el de la BP.

En un  país que estaba hechizado, ¿o está?, por la demagogia del presidente Uribe, Nacho se convirtió en “el malo de la película” y recibía insultos y “carterazos” por parte de algunas señoras “furibistas”. El mismo expresidente, dijo ante cámaras, tenerle miedo al loguito de Noticias Uno. Siendo que como dice el refrán: “quien nada debe, nada teme”.

La historia de Hollman Morris no dista mucho de los odios que se sembraron en la era Uribe, quien con su discurso calificaba de “amigo de las Farc” a quienes pensaban distinto de él. En la liberación del ex secuestrado y actual gobernador del Meta, Alan Jara, el periodista tuvo acceso privilegiado al sitio de liberación. Lo que en el argot periodístico llamamos “chiva”, el ex presidente Uribe calificó como “escudarse en su condición de periodistas para ser permisivos, cómplices del terrorismo...”

Esas palabras en vivo y en directo a todo el país acabaron con la paz que se vivía en el hogar de Hollman. Él las estaba oyendo desde la sala de su casa, con su esposa y sus hijos. Y es que de un momento a otro, con esa sola declaración, Hollman se había convertido en blanco de los paramilitares, y su vida y la de su familia estaban en riesgo.

Contando su historia, a Hollman se le quiebra la voz, dice que nunca ha superado el tema de “empacar su vida en una maleta para luego desempacarla nuevamente”. “A mí me encanta viajar, pero si pudiera lo haría sin maletas, eso me dejó marcado para siempre”, sostiene.

No todos corren con la misma suerte

Si bien salir exiliado es una tragedia desde todo punto de vista, hay algunas cosas buenas que han venido después del exilio, como becas en el exterior y premios de periodismo internacionales, donde sí se reconoce la valentía y el coraje de los periodistas. Sin embargo, el caso de Nacho y el de Morris son dos excepciones.  Normalmente el exilio acaba con la vida de las personas.

Este es el caso de Fernando Garavito, autor del libro “El señor de las sombras”, la biografía no autorizada de Uribe Vélez, quien después de salir exiliado murió en un accidente de tránsito en Nuevo México. Garavito también había sido galardonado con el premio de Periodismo Simón Bolivar por su investigación acerca de la toma del palacio de Justicia.  

Lo que busca el exilio es acabar con la honra y la dignidad de las personas. Por ejemplo, Richard Vélez,  otro periodista colombiano exiliado, no ha corrido con la suerte de Nacho y Morris, y por el contrario, le ha tocado cambiar la pluma y los micrófonos para ser celador de un lavadero de autos en Estados Unidos.

No esperemos a que Ricardo Calderón, periodista de Revista Semana, quien fue víctima de un atentado esta semana, tenga que exiliarse. Esos hechos se deben esclarecer cuanto antes, pues como lo dice Francisco Zarco, “la prensa no solo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización”.

Así las cosas, cuando se amenaza o se silencia a un periodista que defiende la verdad, se amenaza a todo un pueblo, a sus instituciones, sus libertades y su sistema democrático.

En el camino de la reparación de las víctimas, donde los periodistas también han caído, el presidente Santos dio un paso importante en sanar viejas heridas al hacerle un reconocimiento al periodista y actual gerente de Canal Capital, Hollman Morris.

En un acto público, el pasado nueve de febrero, día del periodista, le dijo: "usted es un gran periodista, además estuvo en el mismo programa que yo estuve en la Universidad de Harvard; fue el mejor año de mi vida, no sé si fue el mejor año de su vida; pero aquí le hago a usted un reconocimiento. Usted es un gran periodista y ojalá siga ejerciendo el periodismo".

Ese es el camino

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