domingo, 25 de agosto de 2013

Campesinos: ¡escuchemos a Luther King!

Foto: www.eltiempo.com

En este mes celebramos 50 años de uno de los discursos más memorables de la historia reciente: El de Martin Luther King durante la mayor manifestación por la libertad realizada el 28 de agosto de 1963 frente al monumento de Abraham Lincoln en Washington DC.  Coincide con el Paro Nacional Agrario  convocado por los movimientos campesinos del país en el que se reúnen los cultivadores de papa, lecheros, cafeteros; y en general, quienes están viendo afectados sus intereses con los cambios que ha sufrido la economía en los últimos años.

Para quienes ´inocentemente´ creen que los tratados de libre comercio se pueden reversar, no es así.  Lo que nos queda es adaptarnos a unas nuevas condiciones del mercado. Y el Estado tiene una gran responsabilidad en la adopción de políticas de corto, mediano y largo plazo para que tengamos un campo más competitivo. Se sabía que el agro colombiano no estaba preparado para enfrentar las nuevas reglas de juego, siempre lo advirtieron y  de muchas maneras, pero nunca se pensó que el daño iba a ser tan grande. Sobre todo, en los más pequeños.

Las imágenes que circulan en redes sociales y en los noticieros lo dicen todo: quienes están protestando son campesinos de pura cepa. Es probable que en las marchas y protestas se infiltren vándalos y grupos armados al margen de la Ley, es cierto. Pero en esencia el movimiento es de esas personas humildes que madrugan todos los días a cultivar esos alimentos que a  diario preparamos en casa.

Lo triste de este panorama es que algunos de esos campesinos, llevados por la frustración, dejaron de lado el azadón para empuñar piedras, palos y machetes en contra de la fuerza pública, quien tiene la orden de no permitir bloqueos en las vías. El panorama no puede más desalentador: se están enfrentando campesinos contra policías. Los hijos del pueblo, de los estratos más humildes, que nada tienen que ver con las decisiones del alto Gobierno que hoy generan molestia.

Martin Luther King entendía la frustración que generan las injusticias, pero a su vez insistía en la necesidad de protestar de manera pacífica.  A mis amigos del campo, con quienes me solidarizo plenamente en las razones de sus protestas, les dejo unas líneas de "Tengo un sueño", ese inspirado discurso del consagrado defensor de las minorías:

“…Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma…”

jueves, 1 de agosto de 2013

Claro quiere desembarrarla


Hace un par de meses escribí una columna en la que me preguntaba sobre la estrategia de Claro para manejar la crisis: miles de usuarios demandando mejor servicio y calidad en sus llamadas. Criticaba la falta de humildad y compromiso de la empresa para con sus clientes.  Por el contrario, con una actitud soberbia el operador celular salió a decir que iba a entablar demandas contra los promotores del “Apagón Claro”, dizque porque le habían afectado la imagen de su marca. Grave error.

Pero como los errores de estrategia en el mundo empresarial se pagan con dinero, hace una semana vimos la noticia de que esa empresa había perdido 2,7 millones de usuarios, es decir casi un 10% de abonados en el último año. Eso debe preocupar a cualquier gerente y tal parece que la estrategia ahora es otra: humildad, reconocer que hay fallas y que se está trabajando para contrarrestarlas.

Esta frase está registrada hoy en el periódico Portafolio: "Reconocemos que los usuarios están demandando un mejor servicio, que la demanda ha crecido de manera importante y que debemos responder a los clientes sin excusas, ni disculpas”. Lo dice el Presidente de Claro, Juan Carlos Archila. El ejecutivo dijo también que está trabajando en tareas internas por el mejoramiento de los indicadores de calidad y que “estos retos de calidad son nuestros, son nuestra responsabilidad".

Como dirían los abuelos: “ahora sí nos vamos entendiendo”.  Y es que los usuarios están a la defensiva con la marca Claro. Cuando salió la noticia de la pérdida de abonados la gente celebraba y lo replicaba en sus redes sociales como un logro propio. Eso no es bueno para una marca y parece que en Claro por fin lo han entendido.


Reconocer que hay fallas dentro de la organización y que es responsabilidad de ellos solucionarlas, sin echarle culpas al Gobierno, "ni al clima", ni a la falta de antenas,  es una forma de hacer que la gente baje la guardia, es desarmar su corazón. En otras palabras es decirle al usuario: “reconozco mis fallas y estoy dispuesto a mejorar, quédate conmigo, no me dejes”. 

Más vale tarde que nunca. Así que esperemos, por el bien de la empresa, que aún estén a tiempo de enderezar el camino. Por el momento,como usuario, debo decir que he notado más compromiso para solucionar mis problemas con la calidad de las llamadas. Al menos le hacen seguimiento a mis quejas constantes. Eso ya es ganancia.

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