Foto tomada de RealMadridweb.com
Tuve la fortuna de ser invitado al Foro BBVA 2012 donde
hablarían de las perspectivas económicas de Colombia y el mundo. Un tema
apasionante, pero más aún, el plato central que nos tenían preparado, una
conferencia sobre liderazgo con una de las glorias del fútbol argentino: Jorge
Valdano, ex jugador de la selección Argentina que se coronó como campeona del mundial México 1986.
Resulta curioso, por decir lo menos, que un argentino empiece su conferencia mostrándonos
un video en el bota un gol que era más fácil hacerlo que fallarlo. Se disputaba
la semifinal Argentina Bélgica en el mundial de México 1986 y Maradona pasa la
pelota a Valdano para que la meta, solo tenia que empujarla y estaría adentro
de la red. Pero no fue así, Valdano es traicionado por su ansiedad y falla, la
manda muy por encima del arco.
Para rematar, como un acto de solidaridad, Maradona lo
aplaude, “era mejor que no me aplaudiera, eso me hacía sentir peor”, dice
Valdano. Lo bueno es que el técnico le dio
la oportunidad de resarcir su embarrada en la gran final contra la selección
alemana. Lo hizo con creces, al marcar uno de los goles de la victoria. “Cuando
iba acercándome al arco rival, solo pensaba, tranquilo, tranquilo. Me había
entrenado mentalmente para que la ansiedad no me traicionara esta vez y así fue”.
Y digo que me parece curioso que un conferencista inicie su
charla con una embarrada de estas dimensiones, porque, normalmente, lo que uno
está acostumbrado a ver en los escenarios de charlas sobre liderazgo a “seres
iluminados” a los que la vida los ha tratado muy bien. De hecho, eso les da una
especie de aval para decir a los demás cuáles son las claves de la felicidad.
Mostrar ese video al inicio de la presentación hace que el
auditorio baje la guardia y piense: “es otro ser humano con las mismas dificultades
y miedos que yo, quien me está hablando. No es un extraterrestre que quiere
envolverme con teorías rebuscadas”. Es una
manera muy acertada de entrar en confianza con su público y hablarle en la
misma frecuencia.
Estos son los consejos del profe Valdano, los que debe tener
el líder del siglo XXI para hacer bien su tarea. Al menos estos son los que ha
aplicado en más de 30 años de carrera profesional como futbolista y director técnico
del Tenerife, Real Madrid, y el Valencia. Como el mismo lo dice, en fútbol solo
le hace falta ser balón y árbitro.
Credibilidad:
a nadie le pagan por se más honesto que otros. Es la capacidad de ser honesto,
de hacer las cosas bien para despertar la admiración de los otros. Se hace con
pequeñas cosas como respetar a las demás personas y exigir respeto de parte de
ellas. Tiene que ver con la coherencia, premiar y castigar en función del
mérito. Y ojo, se debe estar alerta, porque la credibilidad se construye a
través de los años, poco a poco. Pero se puede perder en un segundo, con un
acto en el que “se nos vayan las luces".
Pasión: un futbolista se hace con base en
la pasión que sienta por el fútbol, pues debe entrenar ocho horas diarias para
ser el mejor del mundo. Sin pasión no hay futbolista. Lo contrario a la pasión
sería entonces la indolencia, esa que lleva a que grandes figuras no brillen
tanto como debieran. Lo mismo sucede en las empresas. El líder antes de transmitir
mensajes, debe inyectar pasión a su gente.
Esperanza:
Valdano cita al proverbio japonés: es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.
Tener la esperanza de que se pueden
hacer las cosas mejor, es vivir con fe. Esa que tanta falta hace en las
organizaciones. Para eso se deben poner metas desafiantes, pero realizables.
Estilo:
aunque dicen que en el fútbol no importa el estilo, sino el resultado, eso es
discutible. El estilo forma parte de la identidad de un equipo y debe tenerlo.
En el mundo empresarial, si no tienes tu
propio estilo, es decir, una manera más eficiente y fácil de hacer las cosas
(propuesta de valor) seguramente tus días están contados.
La
palabra: vaya que importante en estos días en que la tecnología cada vez
más hace posible la telepresencia, mediante la cual nos comunicamos por
aparatos electrónicos pero no estamos de cuerpo presente. Hablar de frente es
algo vital en los equipos, y los líderes deben buscar los espacios para que
estos diálogos se produzcan. Las palabras motivan, pero también destruyen. Así
que mucho cuidado, cuando se hiere en público de nada sirve ofrecer disculpas
en privado. El daño debe tratar de resarcirse de la misma manera en que se
produjo.
La curiosidad: que bueno es preguntar. Cada
vez que lo hacemos nos entrenamos para formular preguntas más inteligentes que
provocan respuestas cargadas de conocimiento. Esa es
la invitación de Valdano, a ser más curiosos para tener más conocimientos y
generar soluciones creativas.
Sencillez:
el valor de simple. De eso tenemos ejemplos exitosos: Steve Jobs, es uno de
ellos. Nos hizo enamorar de su manzana mordida porque sus productos están
diseñados de manera sencilla y limpia. Sin embargo, algunas personas insisten
en complicarlo todo. Ojo, la sencillez no es sinónimo de superficialidad,
cuando se llega a ella es porque existe un conocimiento profundo.
Talento: es
innato, pero se debe incentivar en las personas
para que lo desarrollen al máximo. Los líderes deben confiar en los miembros de
su equipo delegando funciones que puedan ser llevadas a cabo por ellas. Esto
genera empoderamiento y no es un favor que se hace a otras personas, pues como
lo dice Valdano, “cuando uno da confianza te lo devuelven con creces”.
Vestuario:
es el espacio que tienen los jugadores para limar asperezas y para hablar
de la táctica de juego. Lo mismo sucede en las empresas, el vestuario son los
espacios corporativos donde se entrenan “para salir a cazar leones”.
Humildad:
esto es lo que nos mantiene con los pies en la tierra. Y solo tiene sentido
si es una humildad crítica, es decir, siempre en aras de saber que se es bueno
pero que hay espacios para mejorar.
Éxito: es el gran motor energético que se
obtiene por una labor bien hecha. El éxito es una cuestión de insistencia, por
eso no se debe tirar la toalla en el primer intento en el que no se mete el gol.
Como lo dijo Valdano al iniciar la conferencia después de mostrarnos el video
donde bota un gol en la semifinal de un mundial de fútbol: en la vida son más
las veces que botamos el balón fuera del arco que dentro de él”, así que nada esta perdido. Y como dice el eslogan del BBVA Adelante…
Ricardo Solarte Ojeda