lunes, 13 de junio de 2016

Las 8 claves del éxito de Google


 Carolina Angarita, directora de Google Colombia, dictó su charla en el Wobi Bogotá

Incluso por encima de Apple y de Microsoft, Google es la marca más valorada del mercado. ¿Por qué?  ¿Qué es lo que hace bien esta empresa? Tuve la fortuna de conocer la fórmula del éxito, en vivo y en directo, de boca de la directora de Google Colombia, Carolina Angarita. Fue en el Wobi Bogotá, un evento al que vale la pena sacarle el tiempo y el presupuesto para asistir.

1. Innovación, no perfección instantánea: en Google se dan el lujo de equivocarse cuantas veces sea necesario. No se obsesionan con la perfección, pero sí con la innovación. Resultado de esto, vemos en el mercado las gafas Google Glass, y el proyecto del Google car. Así como lo leen, esta marca viene “cocinando” el primer carro eléctrico inteligente,  que, además, se maneja solo.

2. Comparte lo que puedas: sin egoísmos, el conocimiento es algo que se debe compartir en todos los niveles de la empresa. Google lo hace de la siguiente manera:
a. Equipos pequeños: aunque es una empresa que tiene 70 mil empleados en el mundo funciona como una star-up. Siempre en pequeños grupos, donde es más fácil empoderar a la gente con la causa.
b. Transparencia: con sus colaboradores y con sus clientes. Como dicen las abuelitas, las cuentas claras y el chocolate espeso. Los públicos de Google tienen las expectativas claras sobre lo que pueden esperar de la marca.
c. Objetivos y resultados: las metas de los clientes de Google se convierten en las metas propias de la empresa.  En otras palabras, se ponen la camiseta por sus clientes, sin excusas.

3. El mejor talento: aunque suena a cliché, hay que decirlo, pues la empresa la hace su gente. Para trabajar en Google hay que tener estas características:
a. Conocimiento
b. Liderazgo
c. Y ser un buen ser humano (con disposición y gusto para servir a los demás). Si tiene estas características en Google Jobs hay oportunidades de empleo.

4. Licencia para soñar: el 20% del tiempo de los colaboradores de Google se ocupa para que de manera libre sueñen e inventen nuevas cosas. Gmail, la plataforma de correo electrónico líder del mercado, es resultado de ello.  Google Art Project la nueva manera de visitar museos en el mundo, sin salir de casa, también resultó de esa libertad para soñar.

5. Las ideas vienen de todos: ¿quién dijo que la licencia para crear la tiene el departamento de innovación?  Las mejores ideas de Google nacen en el salón social donde se reúnen todos, de diferentes departamentos. En este espacio libre, la gente habla desprevenidamente desde sus posiciones y nacen las mejores ideas.

6. Usar datos, no opiniones: si bien las mejores ideas nacen de ser solo eso, lo que sigue después es mirar qué dicen los datos respecto de esa idea. Esa es la mejor manera de ver el potencial de esa propuesta.

7. Enfocarse en los usuarios y no en lo que hace la competencia: enfocarse en el usuario significa para Google concentrase en desarrollar siempre nuevas soluciones que impacten de manera positiva su vida. Google Now una aplicación que personaliza las noticias y la información sobre el tráfico y el clima, entre otros, de acuerdo con la ubicación de las personas, es un ejemplo en ese propósito.

8. Ecosistema de innovación: Google usa la fórmula 70-20-10, que significa: 70% de los esfuerzos se encaminan a hacer lo que les da caja, su negocio. El 20% a desarrollar nuevos negocios que tienen potencial. Y el 10% a hacer “disparos a la luna”, por ejemplo el Google car, el carro eléctrico inteligente que se maneja solo.

viernes, 10 de junio de 2016

Los refranes de mi papá

Foto tomada por mi hijo Juan David Solarte Gordillo.

Podría resumir la crianza que me dio mi papá Demetrio en cinco refranes. Cada uno tiene una historia, una enseñanza, y sobre todo: mucha experiencia detrás. Seguramente a mi papá se los enseñó mi abuelo Mardoqueo con el ejemplo, igual que él  lo hizo conmigo. Y ahora, yo tengo la responsabilidad de hacerlo con mi hijo: enseñarle grandes lecciones de vida con pequeñas frases cargadas de sabiduría popular.

1.     Quien no vive para servir no sirve para vivir: lo dijo el papa Francisco hace poco, pero a mí me lo enseñó mi papá hace muchos años, cuando apenas era un niño. Y nos daba ejemplo a mis hermanos y a mí de la importancia de servir a los demás sin esperar nada a cambio. Mi casa era un hogar de paso para los desamparados, era tal la obsesión de mi papá por darle la mano al necesitado que se las tenía que ver con mi mamá, quien le reclamaba por su bondad desmedida. De no ser así, la casa  se hubiera convertido en un albergue público.

2.     No pregunte quién se murió sino cuándo es el entierro: con esta frase me llamaba la atención cuando me mandaba a hacer algo y yo le preguntaba por qué o para qué. También era una manera de enseñarme a estar siempre listo, como la Defensa Civil “en paz y emergencia”, sin muchas preguntas, pero sí con muchas respuestas. Mi papá es un hombre práctico, que prefiere hacer más y hablar menos, y eso fue lo que me inculcó.

3.      El buen juez come en la corte: en mi infancia teníamos una tienda de barrio, la primera y única de la cuadra, y como era una empresa familiar todos nos turnábamos para atenderla. Cuando era la hora del almuerzo yo le preguntaba que si podía cerrar para ir a almorzar, y él me contestaba: “el  buen juez come en la corte”. Traducción: ya le traigo el almuerzo para que coma mientras  sigue trabajando.

4.     A pararse y a tenerse, y a trabajar para mantenerse: siempre me despertaba con esa frase. Y la completaba con "y el que trabaja no come paja". No sé si lo hacía de manera consciente pero de alguna manera me estaba preparando, desde niño, para enfrentarme con una vida que no es fácil y en la que hay que trabajar para comer.

5.     En el comer está el vivir, y en el vivir comiendo: tengo una relación especial con la comida, y creo que mis hermanos también. No concibo desayunar “cualquier cosita por ahí” como dicen en la vida moderna, ni saltarme el almuerzo “porque sí o porque no”. Para mí no hay excusa, mi papá me enseñó que la comida es sagrada y que hay que sacarle el tiempo para alimentarse, lo demás puede esperar.

Con estos cinco refranes, acompañados del ejemplo, mi papá hizo de mí y de mis hermanos personas  de bien. Hoy quiero agradecerle tanta sabiduría, y en el mes del padre, rendirle este pequeño homenaje.