Se volvió viral en redes sociales. La gente no la baja de
bruta. ¡Pero cómo se le ocurre decir eso! La noticia que
fue publicada en el Espectador el día de ayer (13 de noviembre a las 5 de la
tarde) y pocas horas después ya había sido compartida por 28 mil 100 lectores. Esta
es la triste historia de la entrevista que dio la señorita Huila al Canal RCN,
donde le preguntaron quién era Nelson Mandela, y contestó que era el creador
del Concurso Nacional de Belleza.
¿Qué mueve a los colombianos a burlarse de una persona y
convertirla en el blanco de toda clase de adjetivos, solo porque tuvo un lapsus? El que tiene boca se equivoca, dice el refrán popular. Todos los días personajes
públicos cometen miles de errores al hablar ante micrófonos. Desde futbolistas,
hasta presidentes de la República. ¿Por qué a ellos no les hacen tanta mofa
como a las reinas?
Esta misma semana, en el lanzamiento de la nueva marca de
Proexport, que ahora se llama Procolombia, la presidenta de esa entidad Maria
Claudia Lacouture, le dijo al presidente Santos en su discurso: “Usted
presidente, sembró la semilla, y ahora esta entidad es un árbol frondioso”. Sí, quiso decir frondoso, y no se percató de su error. ¿Eso la hace menos inteligente? No. Seguramente, alguno
de sus asesores le hará caer en la cuenta y lo aprenderá para siempre. No es necesario un escarnio público, ni el matoneo
en las redes sociales.
Recientemente Ban ki-moon,
secretario de la ONU, confundió Austria con Australia durante su discurso en la conferencia en Viena.
Luego en una rueda de prensa explicó su metida de pata, y dijo que sabe
perfectamente que "no hay canguros en Austria". En fin, todos tenemos malos momentos en la
vida, y si bien es cierto que no hay que dar papaya, también lo es que hay que
ser considerados. Nada justifica que se le haga matoneo a una persona por un
lapsus. Ahora que está tan de moda el término reconciliación en Colombia, deberíamos empezar
por una norma básica: ponerse en los zapatos del otro, ser solidarios y no
gozar con el infortunio ajeno.