Aún no sé si se trata de una
campaña de expectativa. O si la contrató el gobierno para que compusiera el
nuevo coro por la paz; o si es la nueva marca de un producto que tiene que ver
con la selección Colombia. Aun no lo sé. Lo que sí sé es que la Chamitha Cheer,
como se hace llamar Daneydi Barrera en
redes sociales, protagonista del pegajoso coro “Epa Colombia”, nos dejó algunas
lecciones para aprender:
1. Ser uno mismo. Nos criaron para ser
aceptados y bien vistos por los demás. Esto nos resta espontaneidad y nos deja
en el peor de los mundos: no somos nosotros mismos, pero tampoco lo que los
demás quieren que seamos. Se nota que a la Chamitha buscar aprobación
social la tiene sin cuidado. Eso, en últimas, es una buena manera de ser más
feliz.
2. Ser creativo y tener iniciativa. La chamitha
escuchó alguna vez una canción que dice “Epa la arepa, epa chorizo” que corean
los disc jockey en algunas discotecas de estratos populares para animar a la
gente, y se le ocurrió que podía hacer una adaptación para alentar a la
selección Colombia. Lo cantó, lo subió a sus redes sociales y ya sabemos el
resultado.
3. Arriesgarse. Dicen que quien no arriesga
un huevo no tiene un pollo. Lo que viene para la chamitha es prometedor. Aunque
hay quienes dicen que su éxito será efímero como su canción, lo cierto es que salió
del anonimato, y no precisamente al desprestigio.
Por el contrario, su imagen podría ser muy bien aprovechada por las agencias de
publicidad y no me extrañaría verla muy pronto en la pantalla chica.
4. Hacer mensajes cortos y pegajosos. La
Chamitha bien podría ser una copy creativa en alguna agencia publicitaria. El
sueño de estas empresas es hacer jingles cortos y pegajosos. Y ella lo hizo sin
haber pasado por alguna facultad de publicidad. Lejos de esas lides, esta
jovencita estudia entrenamiento deportivo en el Sena.
5. Soportar las críticas negativas. Difícilmente
se encuentra a una persona más odiada en redes sociales que a la Chamitha Cheer.
Ella lo sabe y está convencida de que eso, lejos de hacerle daño a su imagen,
por el contrario la fortalece. Ojalá todos los seres humanos tuviéramos el
cuero tan duro como esta niña de 19 años para soportar tanta hostilidad y
seguir con nuestra frente en alto.
Cinco lecciones para aprender y que vivan las personas que se arriesgan a ser ellas mismas. Eh, eh, epa Chamitha!
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