sábado, 14 de abril de 2012

Me declaro Santista


Quienes me conocieron mi discurso durante los tiempos de campaña entre Mockus y Santos seguramente estarán pensando que algo grave me tuvo que pasar en mi cabeza para afirmar que soy un seguidor del presidente Santos. Pero no, sólo aplaudo su estilo de gobierno que cada día me descresta más.

Así es, me declaro un ferviente admirador de la manera en que encarna el poder el Presidente Santos. Él tiene muy clara la responsabilidad que implica gobernar. Cada uno de sus discursos y acciones están cargadas de inteligencia emocional, de esa que no abunda en nuestros gobernantes.

Santos es la clara muestra de que para gobernar hay que despojarse de los intereses y los sentimientos personales y hay que poner por delante el interés de  la patria y de la Región. Sólo de esa manera se podría explicar la manera camaleónica en la que ha actuado.

Y es que el discurso del Santos ministro de defensa era otro completamente distinto al del Santos Presidente. Y él lo reconoce en la entrevista concedida a la revista Time. Palabras más, palabras menos dice que se desempeñó como ministro de defensa y que hizo lo que tenía que hacer. Y que además lo hizo muy bien.

Esa frase la acompaña con cifras de bajas de cabecillas de la FARC durante su ministerio. Pero qué bueno tener a un presidente que sabe que no se podía seguir pensando ni actuando como un ministro de defensa siendo el primer mandatario de un país. De hecho, ese era mi mayor temor cuando estuvo en campaña y por eso no voté por él.

Soy un convencido de que para alcanzar la paz se debe actuar con firmeza frente a los violentos, bajándole a la hostilidad de las palabras y abriendo siempre las posibilidades de una salida negociada al conflicto.
Santos es lo que se podría considerar un progresista, en todo el sentido de la palabra. Prueba de ello es la actitud y el discurso expresado hoy en la instalación de la Cumbre de las Américas. Decir que otra Cumbre de las Américas no tiene sentido si Cuba no está presente, es tener claro que la exclusión es una práctica retrógrada que no lleva a nada bueno. Sin ruborizarse le echó unos buenos puyazos al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien no pudo disimular su incomodidad.

Esta cumbre fue todo un éxito. Y el presidente Santos debe sentirse realizado, pues se nota su mano en todos y cada uno de los detalles. Desde el emotivo video de inauguración con la niña Gabrielle, hasta las noches de coctel en las que todos comparten como amigos, así estén en orillas ideológicas distintas.

Santos es un convencido de que esa unión regional se puede lograr y parece que los demás mandatarios también se están convenciendo de ello. Buena esa Presidente!

No hay comentarios:

Publicar un comentario